lunes, febrero 20, 2006

Los compuestos vitamínicos, una vez mas en tela de juicio

COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS
Los suplementos vitamínicos, una vez más en tela de juicio
Varios trabajos cuestionan la validez de los comprimidos de vitaminas y minerales para prevenir patologías como la osteoporosis o los tumores de colon y próstata
ALEJANDRA RODRÍGUEZ
Ilustración: Bárbara perdiguera
Ilustración: Bárbara perdiguera
Los suplementos de calcio y vitamina D han recibido un 'doble' 'palo' debido a la publicación de dos trabajos (acompañados de sendos editoriales) en la última edición de la revista 'The New England Journal of Medicine'. La primera investigación ha encontrado algunas fisuras en la teoría, aceptada hasta el momento como cierta, de que estos comprimidos frenan la aparición de la osteoporosis (desmineralización de los huesos) en mujeres posmenopáusicas y que, en consecuencia, contribuyen a reducir el número de fracturas.
La segunda ha desmentido la relación de estos productos con la prevención del cáncer colorrectal; una idea que se había barajado en función de trabajos previos que habían encontrado que el calcio evitaba la aparición de pólipos adenomatosos (lesiones precursoras de los tumores) en esta zona del tracto digestivo.
 
SALUD ÓSEA
 
La conclusión del primer trabajo ha dejado sorprendidos a los propios autores, ya que éste fue concebido para corroborar que la unión de calcio y vitamina D ejercían un fuerte efecto protector frente a la osteoporosis y la rotura de los huesos, tal y como han apuntado investigaciones anteriores.
Sin embargo, después de realizar un seguimiento de más de 36.000 féminas de entre 50 y 79 años, divididas en dos grupos que tomaron, respectivamente, un placebo y un complejo de 1.000 mg de calcio y 400 Unidades Internacionales de vitamina D (necesaria para fijar el mineral), han tenido que admitir que estos productos elevan muy poco la densidad ósea de la cadera y que, además, no repercuten significativamente en la reducción de la incidencia de fracturas en las mujeres estudiadas. Es más, las participantes que tomaron los suplementos nutricionales vieron incrementado su riesgo de desarrollar cálculos renales en un 17%. Tanto los responsables del trabajo como el autor del editorial que se publica junto a él, un especialista del Hospital General de Massachusetts (Boston, EEUU), se resisten a aceptar estos resultados sin más.
Así, argumentan que el hecho de que buena parte de las integrantes de la muestra estuvieran tomando medicación específica para la osteoporosis, así como terapia hormonal sustitutoria (ambas frenan la descalcificación de los huesos) puede haber condicionado los resultados.
Por otra parte, sostienen que las dosis que se han empleado son, casi con toda probabilidad, insuficientes para que el esqueleto de las féminas sea más fuerte y que el plazo estudiado es quizá demasiado corto.
Así, concluyen apuntando que, si bien el resultado que se ha alcanzado no apoya la idea de recetar este tipo de complementos a todas las mujeres, éstos sí podrían ejercer un gran beneficio a ciertos subgrupos; concretamente a las que presentan deficiencias de vitamina D, a las que no siguen una dieta equilibrada y rica en alimentos con calcio y a las posmenopáusicas de mayor edad.
PÓLIPOS
Varias investigaciones han relacionado la ingesta de estos suplementos nutricionales con la prevención de los pólipos adenomatosos, un tipo de lesión precancerosa que suele extirparse en cuanto se detecta por su tendencia a malignizarse y a reaparecer. Siguiendo este razonamiento, se había barajado la posibilidad de que también ejercieran un papel beneficioso en cuanto a la reducción del cáncer colorrectal.
Pues bien, un trabajo paralelo al anterior (se ha utilizado la misma muestra, perteneciente a un seguimiento epidemiológico de gran envergadura que se está llevando a cabo en EEUU para estudiar aspectos relacionados con la salud femenina) no ha encontrado ningún beneficio en el calcio y en la vitamina D en este sentido.
No obstante, el editorialista de este otro trabajo cree que es necesario hacer un seguimiento a más largo plazo, puesto que siete años (duración del mismo) son pocos para evaluar la aparición de un tumor que, como el colorrectal, tarda entre 10 y 20 años en dar la cara


Los antioxidantes tampoco previenen el cáncer prostático

El 'Journal of the National Cancer Institute' también echa por tierra el papel de los antioxidantes (vitamina E y C, así como betacarotenos) en la prevención del cáncer de próstata. Según parece, salvo en los fumadores o en los que han dejado el pitillo muy recientemente, estos elementos no contribuyen a evitar este tumor. Por el contrario, las dosis altas de vitamina E y betacaroteno sí parecen tener un papel protector en este aspecto. Sin embargo, dado que otros trabajos han demostrado que los betacarotenos elevan considerablemente el riesgo de cáncer de pulmón en los fumadores (precisamente los que se ven beneficiados en cuanto al tumor prostático), parece absurdo generalizar la recomendación de ingerir estos comprimidos con carácter preventivo.


Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
http://www.nutriologiaortomolecular.org/


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Método Ortomolecular

En medicina ortomolecular se considera que las enfermedades se originan por causas múltiples no específicas, congénitas o adquiridas. Estas causas dan lugar a aberraciones bioquímicas, cuya acumulación da lugar a los síntomas e indicios, de los cuales se sigue la percepción de un estado de enfermedad. Algunas enfermedades clínicamente evidentes se pueden describir como conjuntos difusos de anomalías bioquímicas. Claramente, es ventajoso que los médicos reconozcan y corrijan los pequeños conjuntos de anomalías bioquímicas a los pacientes en una fase temprana, antes de que la extensión de las anomalías dé lugar a enfermedades reconocibles.

En la práctica, el doctor ortomolecular confía en gran medida en las pruebas de laboratorio. Además de las analíticas clínicas estándar, los doctores ortomoleculares emplean una amplia gama del sofisticados análisis de laboratorio, incluyendo análisis de aminoácidos, ácidos orgánicos, vitaminas y minerales, el estado de vitaminas funcionales, hormonas, inmunología, microbiología y función gastrointestinal. Muchas de las pruebas más nuevas no han sido aceptadas por la medicina convencional.

La terapia ortomolecular consiste en procurar proporcionar cantidades óptimas de sustancias normales al cuerpo, comúnmente por administración oral. En los primeros tiempos de la medicina ortomolecular, esto significó generalmente terapias con dosis altas de un solo nutriente. Sin embargo, algunas dolencias requieren dejar de tomar temporalmente sustancias normales. Así, lo “óptimo” es una cuestión de juicio clínico. A menudo, el médico ortomolecular emplea múltiples sustancias vitales (aminoácidos, enzimas, nutrientes no esenciales, hormonas, vitaminas, minerales, etc.) en un esfuerzo terapéutico de restaurar éstos (o sustancias derivadas de ellos) a los niveles estadísticamente normales en personas jóvenes sanas.

La suplementación con dosis relativamente grandes de vitaminas se da a menudo y la terapia conocida por el nombre de "terapia de megavitaminas" se ha llegado a asociar popularmente con este campo. La terapia de megavitaminas es la administración de cantidades grandes de vitaminas, a menudo muchas veces mayor que la cantidad diaria recomendada (RDA por sus siglas en inglés, de "recommended dietary allowance"). Los ácidos grasos de cadena corta son producidos por la fermentación de la fibra dietética en el colon, después son absorbidos y utilizados, ayudado a menudo con una combinación de probióticos, de prebióticos y de los “gliconutrientes” que se agregan a la dieta.

Las sustancias pueden ser administradas cambiando la dieta para acentuar ciertos elementos altos en nutrientes, suplementación dietética con tabletas, o la inyección intravenosa de soluciones nutritivas.

Un estudio publicado en mayo de 2004 [1] por el Centro Nacional para la Medicina Complementaria y Alternativa se enfocó en quién utilizaba la medicina complementaria y alternativa (CAM, por sus siglas en inglés, de Complementary and Alternative Medicine), qué se utilizaba y por qué fue utilizada en los Estados Unidos por adultos a partir de 18 años durante 2002. Según este reciente estudio, la terapia de megavitaminas era la novena terapia de CAM más generalizada (2.8%) en los Estados Unidos durante 2002 [2] .
En conformidad con estudios anteriores, este encontró que la mayoría de los individuos (54.9%) utilizaban terapias de CAM conjuntamente con la medicina convencional (página 6):
El hecho de que solamente el 11.8% de adultos buscaran los cuidados de un médico alternativo licenciado o certificado sugiere que la mayoría de los individuos que utilizan terapias alternativas se auto-recetan o auto-medican.

Relación con la medicina convencional
La Sociedad Internacional para la Medicina Ortomolecular tiene entre sus miembros y autores muchos doctores convencionalmente entrenados. Sin embargo, la medicina convencional o alópata, ve la mayoría de las terapias ortomoleculares como escasamente probadas para el uso clínico, tanto por la carencia de estudios oficiales como por los conflictos de los estudios realizados.
La medicina ortomolecular demanda una farmacología alimenticia en desarrollo que se solape entre la medicina natural y la medicina convencional.

La relación entre la medicina convencional y los autores ortomoleculares ha sido a veces de antagonistas desde el punto de vista técnico. Algunos autores han afirmado que las políticas partisanas, la influencia de la industria farmacéutica y las cuestiones competitivas son factores significativos. Otras terapias ortomoleculares están reconocidas y permitidas oficialmente desde hace tiempo en Europa y Japón.

Doctores ortomoleculares
Glen Dettman
Abram Hoffer
Archie Kalokerinos
Fred R. Klenner
Julian Whitaker

Científicos ortomoleculares
Irwin Stone
Linus Pauling

Referencias
Estudio publicado por el National Center for Complementary and Alternative Medicine en mayo de 2004
Informe de terapia de megavitaminas, tabla 1, página 8 (pdf)
Abram Hoffer (1998) Putting It All Together: The New Orthomolecular Nutrition, McGraw-Hill, ISBN 0879836334
Abram Hoffer, M.D. with Linus Pauling (2004) Healing Cancer: Complementary Vitamin & Drug Treatments, CCNM Press, ISBN 1897025114
Pauling, Linus (1986) How to Live Longer and Feel Better, W. H. Freeman and Company, ISBN 0-380-70289-4
Roger J. Williams, Dwight K. Kalita (1979) Physician's Handbook on Orthomolecular Medicine, Keats Publishing, ISBN 0879831995
Melvyn R. Werbach, Jeffrey Moss (1999) Textbook of Nutritional Medicine, Third Line Press, ISBN 0961855096
Joseph E. Pizzorno, Jr., Michael T. Murray (November 2005) Textbook of Natural Medicine, 3rd edition, Churchill Livingstone, ISBN 0443073007 · 2368pp

Véase también
Life extension
List of life extension related topics
Megavitamin therapy

Enlaces externos
Orthomolecular Medicine
Orthomolecular Medicine Online
DoctorYourself.com - Personal site of Andrew Saul PhD, Contributing Editor for the Journal of Orthomolecular Medicine.
Analysis of Megavitamin Therapy
Orthomolecular Therapy, a critical analysis by Stephen Barrett
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Medicina_ortomolecular"

MEDICINA ORTOMOLECULAR

La medicina ortomolecular, nutrición ortomolecular o nutrición óptima es una terapia que acentúa el uso de las sustancias naturales encontradas en una dieta sana, tales como vitaminas, minerales dietéticos, enzimas, antioxidantes, aminoácidos, ácidos grasos esenciales, fibra dietética y ácidos grasos intestinales de cadena corta (SCFA), para la prevención y el tratamiento de enfermedades. La medicina ortomolecular se centra en el papel de la nutrición apropiada en relación con la salud. La nutrición óptima afirma que muchas dietas típicas son escasas para la salud a largo plazo. La nutrición es lo primero en los diagnósticos y tratamientos de medicina ortomolecular, y los medicamentos se utilizan solamente para indicaciones específicas.
La medicina ortomolecular se define como la disposición de la constitución molecular óptima, especialmente la concentración óptima de las sustancias que están normalmente presentes en el cuerpo, para los propósitos de tratar la enfermedad y de preservar la salud.
Linus Pauling propuso el término “medicina ortomolecular” en 1968 en la revista Science. El campo de la psiquiatría ortomolecular se ocupa del uso de la medicina ortomolecular de tratar problemas psiquiátricos.